Un estudio de el Economista señala que el trabajo se convierte en una segunda casa, debido a que pasamos 2,500 horas al año – incluso más- ahí. Por ello conservar el Orden y Limpieza en la Oficina resulta de igual importancia que en el hogar, para lograr una sensación de comodidad y familiaridad.
Los resbalones, los cortes, las caídas así como molestias por polvo u olores desagradables afectan la armonía del ambiente laboral, dando por resultado una productividad baja y ausentismo.